29 noviembre 2006

Esfuerzo

Volar siempre supone un gran esfuerzo. Pero está claro que todo esfuerzo recompensa: la satisfacción de la responsabilidad cumplida. ¡Es deseable volar!

11 septiembre 2006

¡Se ha caído un señor mayor!

¡Joder! El sábado pasado me ha supuesto una descarga de adrenalina en el cuerpo que ya quisiera tenerla Harrison Ford en el papel de Indiana Jones.
Iba paseando tan tranquilo, de vuelta a casa, con mi cuñado por la calle Carmen de La Carihuela, después de haber comprado los periódicos del día. Esta calle ha sido remozada recientemente por el Ayuntamiento. Han levantado el antiguo pavimento y han colocado unas baldosas de mármol blanquecino (eso sí, con muchas imperfecciones), adornadas por unas grandes estrellas en tonos rojizos.
Estéticamente podríamos decir que la calle ha mejorado bastante ya que con la reforma se han remozado también otros elementos del mobiliario urbano: papeleras, farolas, iluminación, etc.
Pero esta calle supone un peligro en potencia para los viandantes y éste es el agua. Unas gotas del líquido elemento sueltas en el pavimento suponen un elevado riesgo para las personas que pasean: la probabilidad de resbalar y caer al suelo es altísima.
Y eso ha sido lo que me ha ocurrido a mí. Parece ser que acababan de descargar unas cajas de pescado para un restaurante y las habían dejado en el suelo antes de entrarlas a la cocina del mismo. Como todo el mundo sabe, el pescado se cubre con hielo para que se conserve mejor, hielo que a temperatura ambiente se va derritiendo y, evidentemente, mojando el suelo.
Esas gotitas traidoras provocaron mi caída al suelo. Tuve suerte, caí casi a cámara lenta, sujetándome a mi cuñado, sin causarme daño alguno. Pero, me caí completamente todo lo largo que soy.
Y ahí viene el origen de este post. Una señora que estaba charlando con otra vecina se nos acercó con la intención de ayudarme gritando: «¡Se ha caído un SEÑOR MAYOR!», regañando al empleado que había entrado las cajas de pescado y había dejado agua en el suelo -me dio la sensación que no era la primera caída que presenciaba-.
¡Joder! ¡Que me puse a cavilar y no dejaba de darle vueltas a la expresión «señor mayor».
En el fondo, aunque voy aceptando progresivamente y de buen grado las limitaciones físicas que van apareciendo y las manifestaciones corporales que surgen, yo todavía me creía que mantenía una lozanía que aún se manifestaba externamente. Pues no, por mucho que me empeñe, ¡ya soy un señor mayor!

31 agosto 2006

Septiembre

Bueno, pues esto ya se acaba verdaderamente y no hay marcha atrás. Mañana comienza el nuevo año laboral.
Víctor ha cobrado su primer sueldo lo cual me llena de orgullo.
Carlos y Alicia ayer llegaron a casa (por unas pocas horas) tras su vuelta de Noruega. Estuvimos viendo fotos y los paisajes realmente son maravillos y espectaculares. Ayer mismo cogieron el coche camino de La Carihuela, para terminar sus vacaciones. Este fin de semana nos vemos allí.
Las clases de francés por fin ont fini.
Los albañiles me tienen loco perdido: termino de limpiar hoy y esta tarde vuelve a estar todo lleno de polvo y escombro (no hay derecho).

30 mayo 2006

Soledad

La soledad aparece cuando necesitas a alguien en los peores momentos, y los peores momentos aparecen cuando estás solo...

10 mayo 2006

Hacerse mayor...

...tiene que ser la aceptación obligada de esa pequeña y silenciosa lucha diaria contra el dolor. No el dolor en su expresión extrema, desgarradora y sin tiempo material para acatar el destino, sino esas pequeñas punzadas feroces que día tras día se nos van manifestando y que se quedan a vivir con nosotros de modo casi permanente.
Ese «parece ser...» que nos va devorando poco a poco, pero que nos permite, con un ritmo que podríamos definir cadencioso, familiarizarnos a los pinzamientos cervicales cotidianos, consecuencia directa de nuestra vida sedentaria frente a la pantalla de un ordenador; a la desaparición paulatina del cartílago de la rodilla y considerarlo como un hecho habitual: ¡para lo que ando!; al triunfo de la artrosis que te deforma los dedos de las manos y te va obligando gradualmente a esconderlas de la vista de tus amistades... ¡Para que seguir!
Ese recuerdo lejano de bonanza que nos permite revivir escenas donde todo era plácido va desapareciendo de un modo paulatino. ¡Con lo que yo corría! es la frase más cruel y desangelada que se le puede decir a alguien.
Y es esa cotidianidad, y no otra cosa, la que nos permite convivir con él sin violencia. ¡Qué se le va a hacer!

23 abril 2006

¡¡¡Muchas felicidades!!!

¡Quien nos iba a decir que en un período tan corto de tiempo, ibas a estar como ahora mismo estás!
Con las «palizas» que te he dado cada vez que te veía tumbado en el sófa: Niño, ¿no piensas buscar trabajo? ¿te vas a quedar ahí tumbado todo el día? ¡Haz algo, visita empresas, lo que sea!
Por eso, con la ironía de siempre, simplemente te digo que ya sólo te quedan dos para los.... ¡Muchas felicidades

18 abril 2006

Pereza perfecta

¡Todavía no me lo creo! Me parece realmente imposible que haya vuelto a suceder. ¿Quién me lo iba a decir? En un principio, yo pensaba que podría haber sido la novedad el verano, el comienzo de una relación amistosa muy enriquecedora con nuestros amigos granadinos, ¿qué sé yo..!
Pero de nuevo ha ocurrido durante esta Semana Santa. Hemos pasado toda la semana en La Carihuela y no he conseguido encontrar un sólo momento para leer, para hacer las chapuzas correspondientes, para ver cualquier película (en casa, se sobreentiende) o -y esto es lo increible- para conectarme a Internet. He conseguido estar más de una semana sin leer el correo, sin ver y descargar los grupos de noticias, sin ojear la prensa on-line, o ver las cuentas del banco.
¿Que en qué he invertido mi tiempo? En descubrir la utilidad de mis sentidos: cegarme con la maravillosa luz que desprende el Mediterráneo al amanecer; deleitarme con las conversaciones de mis semejantes, unas veces conocidos y otras no; degustar la exquisitez de la cocina malagueña; disfrutar con los interminables olores del entorno: el mar, la exhuberancia de las plantas por todos lados, los guisos caseros, los vinos ...; y tocar todo esto desde la satisfacción de lo vivido. ¡No se puede pedir más!
Si hace un par de años me lo llegan a decir, me hubiera carcajeado de tal afirmación. ¡CARPE DIEM!

24 marzo 2006

La pareja

Resulta, cuando menos, curiosa la falta de perspectiva de futuro que determinados proyectos comunes del mundo de la pareja pueden presentar en nuestras vidas. Diseñamos ilusiones y esperanzas a tanto tiempo –en eso nos parecemos cada día más a las hipotecas, algunas de las cuales ya se firman a cincuenta años- que cuanto más sólidas las creemos, con mayor facilidad se nos escapan entre los dedos como si fueran fina agua de lluvia. Pasamos de una situación idílica, donde todo son palmaditas en la espalda, parabienes y certeza de continuidad, a otra de ruptura sin términos medios, sin necesidad de valoración ni razonamiento, sin sopesar los pros y los contras de la relación mantenida. Todo es blanco o negro. No hay lugar a los tonos grises. Lo que hoy era para toda la vida, dentro de cinco minutos puede ser pasado perfecto; donde había ilusiones compartidas, una vida enriquecida por experiencias comunes válidas, de pronto, nada de eso tiene validez alguna: todo había sido fingido, la convivencia había resultado una pérdida de tiempo y, evidentemente, a partir de este momento, comienza una nueva vida con mucha más libertad. Lo que decía la copla: «devuélveme el rosario de mi madre y quédate con todo lo demás…».

21 marzo 2006

Fortaleza Digital

Anoche terminé de leer este nuevo (aunque viejo, ya que es el primero que publicó este autor) libro de Dan Brown y tengo que confesar que me ha gustado. La acción es ágil, los personajes están bien desarrollados y son creíbles, la trama mantiene la mayor parte de las veces una tensión que hace que no quieras abandonar la lectura.
Eso sí, la visión que da de los habitantes de estas tierras en las que vivimos es un poco deprimente, totalmente irreal y yo creo que, hasta cierto punto, tendenciosa. No se puede conjugar la última tecnología (punta, punta, punta...) americana con el burro, el botijo y las alpargatas con que dibuja a los sevillanos y, por ende, al resto de los habitantes de este país. Creo que merecería una disculpa por su parte.

Al César lo que es del César.

16 marzo 2006

Banderas de nadie


La Alfama... reino del ángulo y la perspectiva rota, del desgarro y la decadencia; de la humanidad y el aroma a amigo.

10 marzo 2006

Agradecimiento

Doy las gracias por la compañera que me ha tocado en suerte -si se puede decir así-, a pesar de los encontronazos que la vida nos ha ido poniendo delante y en los que, las más de las veces, hemos encontrado motivos suficientes para continuar.
Doy las gracias por los hijos que me ha deparado el destino, educados en la confianza de que alcanzarían -y con esfuerzo lo están logrando- aquello que se propusiesen.
Doy las gracias por los amigos, por las vivencias que me han proporcionado y que me han permitido ser más persona.
En definitiva, doy las gracias por estos treinta años que llevamos haciendo camino, que diría Machado.

Tengo que...

Viene el fin de semana y de nuevo me hago propósitos de enmienda: tengo que ordenar los cds -me digo ingenuo-, terminar de escanear las fotos, organizar definitivamente el leñero y tirar todos los trastos inútiles que guardo en él, añadir los dvds a la base de datos,... En fin, todas esas cosas que se van posponiendo casi de un modo indefinido y que sólo se hacen cuando ya te ves perdido.
Luego, la noche del domingo me recuerda machaconamente que tampoco este fin de semana ha podido ser, que otras actividades y tareas imprevistas se han colado sin anunciarse y me han «impedido» de nuevo realizar lo que tenía planificado.

No obstante, el próximo fin de semana volveré de nuevo a hacer planes con el ánimo de acabar de una vez por todas con esta agenda cíclica. ¡Que le vamos a hacer!

09 marzo 2006

Lluvia

Estos días grises como el que me acompaña hoy, me dejan un poco confundido y exhausto. Estas leves briznas de agua que lentamente van humedeciendo el ambiente, sin llegar realmente a mojarlo, me alteran, desbocan mi nostalgia, me apesadumbran sin saber muy bien por qué. ¡Pero no es tristeza! Debe ser la falta de luz, la desvaída referencia de horizonte en el que fijar la mirada.

08 marzo 2006

La sombra del viento

Comencé a leer este libro de Carlos Ruiz Zafón con las dudas que siempre me generan los libros superventas y su posible puff comercial. No obstante, tras su lectura, puedo afirmar que es una de las obras más hermosas jamás escrita. La ciudad, los personajes, el ambiente opresivo, la intriga... Lo he vuelto a releer hace poco y me sigue pareciendo de obligatoria lectura por parte de cualquier ser humano con una mínima delicadeza de espíritu.

Blowin' in the wind

Bob Dylan me condujo a un tipo de música que hasta ese momento no había escuchado. «Blowin' in the wind» marcó un antes y un después. Todavía hoy vuelvo a poner aquellos viejos discos que me evocan aromas lejanos de juventud

La luz de Lisboa

Fue uno de los grandes momentos de nuestro reciente viaje a Lisboa. Estaba deseoso de «ver» físicamente el escenario de A Brasileria. No me defraudó. Probablemente, lo que cambiaría, si tuviera que volver de nuevo -que volveré-, sería la hora a la que llegamos... ¡Demasiados turistas! ¡Cómo si yo no fuera otro más! Sin embargo, Pessoa (curiosamente descubrí que significa «persona») , siempre dispuesto a escuchar tus cuitas...

Memoria

Hoy rebusqué en los huecos de mi memoria tratando de encontrar algo que me recordara a ti. No lo encontré. Los a...