
Yo no te conocía; al menos, creo que no habíamos hablado nunca. Pero no importa. Tu sola imagen la reflejo en aquellos que realmente me importan, y la congoja se atenaza dolorosamente pensando que uno de ellos (o yo mismo) puede ser el siguiente.
Hoy rebusqué en los huecos de mi memoria tratando de encontrar algo que me recordara a ti. No lo encontré. Los a...